Andar con vos
en tus contornos.
En tu intimidad,
y si me ocultas, no me importa.
Andar con vos,
es estar con vos, ausente,
así, o de otra forma,
como sea, como sos.
Despertarme con vos,
en el pensamiento,
en el cuerpo,
en el todo y en la nada.
Andar con vos,
en complicidades silenciosas,
ocultando traiciones, o no,
remarcando los signos vitales
que dependen sólo de :
Andar con vos,
en calles, bares, veredas, en tren,
de mañana temprano
y de tardes muy tardes, en colectivo.
Andar casi sin poder,
sin después,
engendrando sueños enajenados.
Andar el mediodía y la siesta
con tu imagen en mi mente,
en el ruido de la ciudad
que ensordece de desamparos,
andar nublado cuando el sol quema,
y no respetar los pronósticos del tiempo ni la hora,
andar vestido con poliéster y no saber que el color aprieta.
Andar y andar,
y después predecir
que añoro sólo andar con vos,
y así, lo demás es andar extraviado.
Andar sin aliento ni ilusión o preferir no andar.
(editorial EL LIMBO WEB 2003)